¿Por qué emigré a México?
En enero de 2016 volé a México por primera vez durante 10 días por recomendación de buenos amigos.
Hasta ahora solo conocía los EE. UU., especialmente Nueva York y Miami y este último, como ya puede sugerir mi nombre de Instagram “ Miami_Wi ”, me inspiró por completo.
Bueno, como fanático de EE. UU., estaba buscando un destino de vacaciones que al menos tuviera un toque estadounidense, fuera maravillosamente cálido en enero y tuviera largas playas de arena blanca con aguas turquesas.
Ah, y también debo mencionar que volé solo porque tan espontáneamente como quería irme, desafortunadamente nadie me había encontrado y pensé que pronto encontraría una conexión de todos modos. Afortunadamente, soy una persona de mente muy abierta y nunca he tenido problemas para conocer gente nueva.
Tan pronto como se dijo, se hizo y unas tres semanas después funcionó.
al Caribe Afortunadamente, encontré una conexión de inmediato cuando el operador turístico me recogió en el aeropuerto de Canún. Estando todavía en el autobús conocí a 5 chicos divertidos que se quedaron conmigo en el mismo hotel y con quienes también pasé algunas giras y felices noches de tequila.
Unos días después conocí a mi novio. Como mi conocimiento del español en ese momento se limitaba a “un, dos, tres, guacamole y tequila”, teníamos que conversar en inglés. Eso no fue un problema ya que ambos éramos bastante buenos en inglés. Rápidamente quedó claro que estábamos en la misma longitud de onda y nos habíamos enamorado.
Esa fue la razón por la que volé a Cancún durante 5 semanas en marzo. Primero tenía que sentirlo, ¿cómo es este país cuando no estás de vacaciones en un hotel lujoso? ¿Podré vivir en este país de forma permanente? como esta la gente infraestructura, etc.
Después de las 5 semanas decidí, está bien, pondré todo en una sola tarjeta, dejaré mi apartamento, limpiaré mi hogar y luego me iré.
Un factor muy, muy importante fue y es, por supuesto, el amor. Para ser justo y honesto, debo decir en este punto que siempre me he alejado de Alemania y que no encontré que esta vida en el «sistema de orden alemán» fuera adecuada para mí y simplemente no me sentía realmente cómodo.
No quiero decir que Alemania es mala y
México no es bueno para nada, pero no me hacía feliz y he adorado el sol, la arena y el mar desde que era pequeño.
En Alemania aproveché el tiempo para hacer un trabajo breve de mis efectos domésticos. Se vendió todo lo relacionado con los muebles y el resto se guardó en casa de mi abuela. Estrictamente hablando, toda mi ropa de invierno está con mi abuela. El resto se dividió en 4 maletas y nos fuimos a una nueva vida.
